Coenzima Q10 es una sustancia necesaria para el funcionamiento de prácticamente todas las células del cuerpo humano. También se conoce como ubiquinona, aunque este término es mucho más utilizado por médicos y especialistas que por los consumidores de pan corrientes. Pero lo más importante es que participa en la creación de energía en las células, mejorando su oxigenación y protegiéndolas de los efectos negativos de los radicales libres. Al ser un antioxidante, coenzima Q10 presenta propiedades anticancerígenas, lo que constituye un increíble beneficio de esta sustancia. Además, y esto es importante en esta época en la que nos atacamos con comida basura a cada paso, contrarresta la formación de depósitos causados por el colesterol malo en las arterias. También tiene asombrosas capacidades reconstituyentes: es capaz de anular los cambios negativos en lugar de simplemente contrarrestarlos.
Es una sustancia extremadamente útil en el tratamiento de toda una serie de enfermedades graves que afectan a un número cada vez mayor de personas. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, la insuficiencia circulatoria, la aterosclerosis, la parodontosis, las enfermedades musculares, la diabetes de tipo 2, las enfermedades de Parkinson y Alzheimer, la hipertensión y la cardiopatía isquémica. Por lo tanto, los beneficios de tener y mantener unos niveles adecuados de este compuesto en nuestro organismo son enormes.
Deficiencia de coenzima Q10
Es definitivamente peligroso para el buen funcionamiento de cualquier cuerpo humano tener una concentración demasiado baja de coenzima Q10. Los síntomas típicos, aunque no necesariamente inequívocos, que indican que necesitamos una mayor cantidad de esta sustancia tan importante son sobre todo:
- fatiga crónica,
- una disminución de la inmunidad y de la resistencia física,
- una reducción de la función cardíaca y diversos trastornos cardíacos,
- enfermedades crónicas.
Las deficiencias también se producen fácilmente en personas que entrenan intensamente en diversos deportes o trabajan físicamente (cuanto más duro, peor), que viven en un entorno sucio y contaminado. Por esta razón, la suplementación adicional con este elemento tan importante para el buen funcionamiento de nuestro organismo puede resultar a menudo inevitable.
Coenzima Q10 para la cara
La coenzima Q10 se asocia principalmente con la cosmética antienvejecimiento. También se la suele denominar el "elixir de la juventud", ya que protege nuestra piel contra la formación de arrugas y previene la hipoxia de sus células. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo produce cada vez menos, lo que hace que la piel sea más susceptible a los radicales libres, que a su vez provocan una aceleración del proceso de envejecimiento. Sin embargo, el efecto antienvejecimiento no es la única función de la coenzima Q10, que también acelera la regeneración epidérmica y la cicatrización de heridas. La función principal de la coenzima es mediar en la respiración celular, lo que garantiza el buen funcionamiento de los órganos y tejidos. También influye en la producción de vitamina E, que junto con ella cuida del aspecto juvenil de nuestra piel. La coenzima Q10 estimula la producción celular y, junto con la vitamina E, previene la producción de colagenosis, la enzima responsable de la descomposición del colágeno. También proporciona energía que estimula el metabolismo celular e influye en el proceso de regeneración celular. Además, la coenzima Q10 también tiene una función protectora, defendiendo el cutis de la luz solar, los radicales libres y las condiciones climáticas. Por otra parte, su acción antienvejecimiento se basa en devolver a la piel su tersura y firmeza, así como en frenar la pérdida de ácido hialurónico, responsable de la correcta hidratación de las células cutáneas. Dado que las concentraciones de coenzima comienzan a disminuir a partir de los 19-21 años, quienes deseen contrarrestar los efectos del envejecimiento deben recurrir a preparados con este ingrediente antes de los 25 años. Asimismo, conviene recordar que la producción natural de esta sustancia se ve favorecida por el ácido fólico y otras vitaminas del grupo B.
Ocurrencia de la coenzima Q10
Las mayores cantidades de coenzima Q10 se encuentran en diversos tipos de pescado, vísceras, aceites, espinacas, productos integrales y brócoli. En cuanto al pescado, cabe destacar que el mayor contenido de este compuesto se encuentra en las sardinas, la caballa y, cada vez más popular en Polonia, el salmón. Se trata de un componente muy sensible a las altas temperaturas, por lo que su contenido se reduce durante la cocción y el almacenamiento prolongado, lo que significa que es definitivamente mejor consumir estas fuentes de esta sustancia en forma cruda, si es posible. Vale la pena mencionar que sólo se absorbe en presencia de grasas, lo cual es una información importante para todos aquellos que limitan las grasas en sus dietas, las cuales son, después de todo, esenciales para su correcto funcionamiento.
Una gran fuente parece ser la carne, muy rica en este compuesto. El único problema es que debe comerse cruda para una mejor absorción, algo bastante difícil de conseguir. Los mejores elementos cárnicos son el corazón, los riñones, el hígado y el bazo, ya que estos órganos son los que más energía necesitan. Como puede ver, garantizar un suministro adecuado de coenzima Q10 no es tan difícil como puede parecer.