Yodo - acción, síntomas de carencia, incidencia

Iodine - action, deficiency symptoms, incidence

El yodo es uno de los elementos cuya influencia en el organismo es considerable, ya que desempeña muchas funciones importantes para el buen funcionamiento. Tanto el exceso como la deficiencia de este elemento pueden ser peligrosos, por lo que merece la pena cuidar su nivel adecuado. Para prevenir los efectos negativos de una deficiencia de esta sustancia, desde 1997 existe en Polonia la obligación de yodar la sal, lo que ha resultado ser una medida extremadamente inteligente y acertada, ya que la incidencia de enfermedades asociadas a una deficiencia de yodo en nuestra dieta ha descendido notablemente, gracias a lo cual la mayoría de los polacos pueden disfrutar de un estado de salud no demasiado malo, que es, al fin y al cabo, lo más importante.

El yodo en sí es indispensable para la producción de hormonas tiroideas. Su correcta concentración influye en el correcto desarrollo y funcionamiento del cerebro, pero también del sistema nervioso, la hipófisis, los riñones y los músculos del corazón. Estas hormonas también se encargan de regular los procesos de crecimiento y maduración de las células del organismo. Además, también intervienen en la respiración celular y la producción de energía. Son necesarias para poder mantener una temperatura corporal adecuada.

 

En caso de exceso de yodo, que en la mayoría de los casos es tolerado por el público en general, a veces pueden aparecer enfermedades tiroideas como el hipertiroidismo. Otra posible reacción es el aumento de la función de las glándulas salivales o la secreción excesiva de mucosidad en los bronquios. A veces, esto puede dar lugar a lesiones cutáneas o reacciones alérgicas.

 

Deficiencia de yodo

La deficiencia del elemento yodo se asocia a muchas complicaciones adversas. Es difícil precisar los síntomas típicos de esta afección, ya que dependen de demasiados factores, como la edad, la condición física y muchos otros. Sin embargo, lo más importante es que la falta de yodo puede provocar un agrandamiento o hipoactividad de la glándula tiroides, un mayor riesgo de cáncer de estómago, un deterioro de la función cerebral y una reducción significativa del nivel de inteligencia o incluso un retraso en el desarrollo físico. En el caso de las mujeres embarazadas, puede haber daños cerebrales irreversibles en el recién nacido y el feto, así como un aumento de la mortalidad en los bebés nacidos. Son casos extremadamente truculentos, aunque posibles.

 

La deficiencia de yodo es especialmente peligrosa para las futuras madres, ya que puede provocar incluso abortos espontáneos, partos prematuros, malformaciones congénitas y retraso mental del feto, lo que puede pasar una factura enorme a la psique de la mujer.

Para qué sirve el yodo?

El yodo es un elemento con propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas. Elimina sin esfuerzo las levaduras y los hongos, incluidos, entre otros, los de la especie Candida. Además, lo hace sin producir cepas de bacterias resistentes a los antibióticos. También resulta ser más beneficioso que un antibiótico debido a que no tiene efectos secundarios y combate los virus además de las bacterias o los hongos. El yodo será útil en el tratamiento de cualquier lesión cutánea e incluso del propio cáncer de piel. También es esencial en la prevención de otros tipos de cáncer, como el de mama, el de ovarios y el de tiroides. También protege contra el cáncer de próstata, ya que es la glándula que más yodo acumula. La terapia con yodo ayuda en casos de cardiopatías, hipotiroidismo, autismo, diabetes, enfermedad de Hashimoto y enfermedad de Graves-Basedow. El yodo también favorece la inmunidad y la función cerebral. Este elemento ayuda en el tratamiento de inflamaciones, llagas y heridas, al tiempo que reduce la cicatrización de los tejidos. Aplicado sobre el cuero cabelludo, acelera el crecimiento del cabello. El yodo es esencial durante el embarazo, ya que tiene un efecto clave en el desarrollo normal del feto. Durante las infecciones, es a su vez responsable de diluir la mucosidad y aliviar el catarro. En los diabéticos, reduce la necesidad de insulina y, en caso de infección por agentes patógenos, destruye mohos y parásitos. Se cree que previene el hipotiroidismo en cualquier persona que utilice teléfonos móviles a diario.

 

Consumo de yodo

Es muy importante aportar al organismo una cantidad adecuada de yodo a diario, por lo que merece la pena interesarse por los alimentos que contienen mayor cantidad de este elemento. Los mariscos en forma de crustáceos y moluscos y los pescados, especialmente el bacalao, el fletán e incluso el arenque del Báltico, son sin duda los más abundantes, aunque estos últimos en menor cantidad que los otros.

En los países en los que la industria del yodo es más importante que la de los pescados, el yodo es el más abundante.

En los países donde la industria es próspera, fuentes importantes de yodo son la leche y los productos elaborados a partir de ella. La sal de mesa yodada, muy apreciada por los polacos, contiene una gran cantidad de yodo, por lo que no debería ser un problema para el público en general obtener suficiente cantidad de este elemento sin demasiados problemas. No obstante, es una buena práctica realizar revisiones periódicas de vez en cuando para saber si nuestra dieta contiene la cantidad adecuada de este elemento para el buen funcionamiento del organismo.

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