La vitamina K2 es una sustancia que no se produce por sí sola, sino que es un término para un grupo de compuestos específicos. Interviene en el proceso de coagulación de la sangre. Sin embargo, ésta no es la única función de la que es responsable. Ayuda a mantener los huesos sanos, previene la aterosclerosis y contrarresta varios tipos de enfermedades cardiovasculares, e incluso reduce el riesgo de cáncer. Una cantidad adecuada también puede prevenir la osteoporosis, gracias a que de ella depende la osteocalcina, una proteína que se sintetiza en las células responsables de la formación ósea,. Por supuesto, las funciones o ventajas de tener el correcto estado de vitamina K2 en el organismo son numerosas. Además de las ya mencionadas, entre ellas se encuentran la reducción del riesgo de fracturas, o el aumento de la tasa de supervivencia de personas con cánceres como el de hígado de forma significativa. No cabe duda de que necesitamos vitamina K2, por lo que podemos concluir fácilmente que merece la pena asegurarnos de que nuestro organismo tiene los niveles adecuados de esta sustancia, ya que está asociada a toda una serie de beneficios innegables.
Deficiencia de vitamina K2
La deficiencia de vitamina K2, como la de prácticamente cualquier vitamina, es extremadamente peligrosa y puede dar lugar a toda una serie de complicaciones. Si no queremos preocuparnos por este, una parte muy importante de la prevención es preparar y seguir una dieta variada y sana, rica en esta vitamina. Por ello, debemos estar constantemente atentos y realizar revisiones periódicas. En cuanto a los síntomas típicos de deficiencia de esta sustancia en el cuerpo humano, son:
- sangrado ( por ejemplo de las encías ),
- problemas frecuentes de cicatrización de heridas,
- problemas de mineralización ósea ( lo que aumenta el riesgo de fractura ósea ),
- afecciones precardiovasculares;
La insuficiencia de vitamina K2 puede provocar la calcificación de las arterias, que, a su vez, puede provocar hipertensión, numerosas obstrucciones e incluso infartos. Estas son perspectivas bastante desagradables para nosotros, si no chocantes. Por esta razón, si tenemos alguna sospecha de deficiencia de esta sustancia en nuestro organismo, es una buena práctica contactar con nuestro médico de cabecera y hacernos las pruebas oportunas para confirmar o desmentir nuestras sospechas. Ésta es prácticamente la única forma de evitar preocuparse por la deficiencia y sus consecuencias.
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Vitamina K2 para niños
La mayoría de los padres son conscientes de la necesidad de administrar a sus hijos vitamina D3 en el contexto de unos huesos sanos. Lo que, en cambio se pasa por alto muy a menudo es el papel igualmente importante de la vitamina K2, de la que oímos hablar sobre todo en el periodo neonatal. Todos los niños reciben una inyección de vitamina K el primer día de vida, necesaria para prevenir la enfermedad hemorrágica neonatal. A partir de entonces, la vitamina debe administrarse al niño desde el octavo día hasta el final del tercer mes de vida a razón de 25 microgramos por vía oral. Sin embargo,, la vitamina K2 debe administrarse incluso durante más tiempo, ya que es extremadamente importante para la salud ósea y dental y para proteger las arterias de la calcificación, que es la base de la enfermedad coronaria en la edad adulta. Aunque el calcio debe ser un elemento básico de la dieta del niño, si el organismo no lo utiliza adecuadamente, se deposita en las arterias. La función de la vitamina K2 es dirigirlo a los huesos para aumentar su densidad mineral y, al mismo tiempo, protegerlos de las obstrucciones arteriales. Como los huesos son más activos durante la infancia y la adolescencia, los niños necesitan mucha más vitamina K2 que los adultos para procesar correctamente el calcio, tener huesos sanos y proteger su corazón para el futuro. Es una buena idea administrar vitamina K2 a su hijo en combinación con vitamina D3. Los niños pequeños pueden tomar con seguridad unas 1, 000 UI de vitamina K2 por cada 10-12 kilos de peso corporal. La suplementación también se recomienda para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.
Ocurrencia de la vitamina K2
En cuanto a dónde debemos buscar esta sustancia vitamina K2, es producida principalmente por microorganismos que se encuentran en el intestino humano y animal, lo que significa que si no tenemos problemas importantes con su producción, es poco probable que sea necesaria una suplementación adicional. En cantidades bastante pequeñas, pero sin embargo, también se encuentra en productos animales como huevos, productos lácteos y carne. En Europa, las mejores fuentes son los quesos alemanes, suizos y holandeses. Por lo tanto, parece, que garantizar un suministro adecuado de esta vitamina en nuestro organismo debería ser una tarea bastante fácil. Sin embargo, las deficiencias ocurren y son bastante dolorosas en sus consecuencias, por lo que es bueno cuidar nuestra dieta de tal manera que también sea rica en vitamina K2, cuya importancia para nuestro organismo es realmente alta. Por lo tanto, será mejor crear nosotros mismos las comidas, en lugar de optar por la nutrición de productos precocinados o en bares o restaurantes, que pueden no garantizar que obtengamos la cantidad adecuada de vitamina K2.
